dimanche 11 juillet 2010

Universo fútbol

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Que mal se toleran las zonas grises, las indefiniciones, las excepciones y las contradicciones. Desde que somos enanos, se nos obliga a posicionarnos, a escindirnos a menudo de una manera muy forzada o artificial, en bandos irreconciliables. Cuando apenas podemos hablar, nos atormentan con aquello de “¿a quién quieres más: a mamá o a papá?”, después viene aquello de “¿qué te gustan más: las letras o las ciencias?”, cuando la pregunta más lógica debería ser: ¿Pero es que no se puede ser de ambos... o no ser de ninguno?

Tarde o temprano llega la que, para algunos, es la madre de todas las discusiones: el fútbol. Hace pocas semanas viví un debate absurdo con alguien que, sorprendido ante mi indiferencia futbolil (y equipil), intentó, durante unos diez minutos, colocarme una de las dos etiquetitas (no hace falta decir cuales) sin éxito.
Siento que la presión por sucumbir a la pasión estrella, es mucho más desmesurada ahora que cuando me pedían que escogiera entre ciencias y letras en el colegio. Al pronunciar las palabras mágicas: no me gusta el fútbol, veo en muchas personas la misma mezcla de decepción, desconcierto y asombro infantil que muestran cada vez que digo que soy vegetariana (y casi veo en sus ojos como hacen el reajuste en su mente: ah, vale, a esta no le gusta el fútbol porque es rarita).

En un estupendo artículo titulado la psicología del futbol, Andrés Montero Gómez, desgrana los porqués de este opio para el pueblo. En su opinión, el fútbol (o cualquier otro deporte de masas), resulta especialmente atractivo porque es una ecuación social que combina valores, emociones, símbolos y sentido de pertenencia.
También aclara que la vinculación a este deporte es algo emocional, nunca racional y que normalmente se cuece en edades tempranas y maleables. Todos conocemos ejemplos extremos de padres que no sólo adornan la habitación de su retoño con los colores de su equipo, sino que le compran ropitas, y, si me apuras, le inscriben como socio en el club de turno, antes de nacer. Y es que el “furbo” incide en lo más vulnerable a según qué edades: ¿eres o no eres uno de los nuestros?.

Desde su más tierna infancia, muchas pero especialmente muchos, han sido bombardeados con mensajes del tipo “fútbol = lealtad familiar/social, encajar, sentirte aceptad@, triunfar”. Y es entonces cuando el poder de los valores y símbolos entran en escena. Los niños de mayores quieren “ser” como un jugador determinado, porque esta persona representa los valores ideales, lo que ellos mismos quieren encarnar.

¿Pero qué ocurre cuando ya no somos tan niños? ¿qué más factores entran en juego? En esta época de desorientación masiva, también la fe, la necesidad de creer en algo que de sentido a nuestra vida, y que se debe alimentar para que nos ayude a trascender, ha engendrado algunos forofismos. Todos queremos alcanzar o, al menos, rozar, algo extraordinario. A través del fútbol puedes sentir que “eres” algo que en otros roles en tu vida estás muy lejos de ser.

Yo soy de la opinión de que todo el mundo se droga porque todos necesitamos escapar de nosotros mismos. Cada uno tiene sus métodos y su nivel más o menos acusado de adicción, pero ni el fútbol ni el deporte en general han sido uno de mis míos. Creo que hablo por todos los que no somos futboleros, cuando digo que no veo símbolos, ni veo valores atractivos en los colores de una camiseta. No es una parte de mi autoestima, de mi autoconcepto o de mi orgullo patrio (¿ein?), lo que se pone en juego cada vez que unos jugadores que simplemente han nacido en mi país salen al campo de juego. Si ellos trascienden su labor, yo no trasciendo, porque sus logros no tienen que ver con los míos ni con los seres que me importan. El equipo de fútbol de mi país no mi espejo, porque no hay nada mío en ellos.

Como no futbolera, exijo mi derecho a expresar educadamente en público que el resultado de la roja me importa un carajo sin necesidad de que me tachen de traidora, borde, pasota o desleal. Exijo mi derecho a escoger una droga minoritaria sin seguir al resto por inercia y sin que nadie me critique ni me menosprecie por ello.

A veces no sé si estamos en el 2010 o dentro de 1984. ¡Que le den al Big Brother! He dicho.




“Me gusta el fútbol, realmente. Lo que no me gusta es la futbolización del universo, las personas que toman rápidamente partido por una divisa, sacralizan eso y se hacen quemar después de muertos para desparramar sus cenizas en el Parque Central. Eso me parece demasiado y, peor todavía, eso, defendido por intelectuales, me parece sospechoso”.
Alejandro Dolina


P.S. Problemas informáticos me han obligado a escribir este article por trozos y por días. Me gustaría haberlo colgado hace una semana, pero...

17 commentaires:

  1. Manuela, yo no cuestiono ni critico que la gente disfrute y se divierta con el fútbol o con el mundial, lo que me toca los nerves es que me lo impongan con un continuo autobombo y que ni siquiera pueda expresar que me importa un carajo sin que me miren mal.

    Si el hecho de ganar el mundial, hace que mejore en algo este maltrecho y desorientado país, me alegraré. Pero los efectos a largo plazo aún están por ver.

    Otro kiss para ti ***

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  2. Ah! El problema de siempre. En mi casa nunca ha gustado el fútbol, y yo desde pequeña tampoco he sido nunca forofa, lo que no quita que alguna vez haya disfrutado viendo un partido con amigos. Supongo de todas maneras, que es más fácil no ser seguidora cuando eres "niña", en mi ambiente al menos se veía más normal.

    2 anécdotas que me han llamado la atención durante el mundial:

    1. Ayer tras el triunfo de España, me comentaba un compañero argentino: "Si yo fuera español estaría ahora mismo eufórico, qué os pasa a los españoles aquí?"

    2. Una amiga alemana, perdió una tarde en un viaje que hicimos a Praga(la primera vez que íbamos ambas) para ver un partido de su selección, y lloró cuando perdió contra España. Cosas que nunca entenderé porque no es una seguidora del fútbol habitualmente.

    Cosas que pasan...

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  3. Me sumo al club de las personas que dicen "no me gusta el fútbol" y con mucho orgullo!
    Que sea feliz el resto del mundo si les gusta, no lo critico..pero que no me critiquen a mi, como si el mirar o no los partidos de Argentina (no se por allí pero aquí el fútbol es religión!) me hiciera más nacionalista (ese es otro cantar y tampoco me interesa discutirlo)

    "..la futbolización del universo" jaja..genial, como siempre, Dolina.

    Vamos Alhy, que no estás sóla en esta lucha tampoco..
    No sabés lo genial que fue calzarme mi mp3 y salir a caminar el día que jugaba la selección. No había ni perros por la calle, me sentí Will Smith en "I am Legend", ojala hubieras escrito antes para poder recomendarte que lo hagas también..

    Saludos!

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  4. Pues vaya radicales los que te rodean, ¿no? :)
    Nada, nada... a mí si me ha hecho ilusión la verdad, pero ya es un tema personal.

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  5. Hola

    Sin ánimo de discutir, disiento de tu punto de vista sobre el fútbol. A mi me gusta más jugar al fútbol que verlo y entiendo que una persona no empatice con un equipo o con una selección en cualquier deporte. También tienes que tener en cuenta que considerar “rarita” a una persona porque no comparta los gustos establecidos en la sociedad, no es algo que se circunscriba únicamente al fútbol. Si te contara las discusiones que he tenido con algún fan de “Perdidos” por dar mi opinión sobre la serie, te asomaría la sonrisa, fijo....Claro que a los fans de “Perdidos” con amenazarles con contarles el final de la serie, ya les tienes jodidos y huyen como alma que lleva el diablo....Por no hablar de las miradas que me echan en el curro cuando hablo de grupos como la “Vacazul”, “Los Coronas” o "Love of Lesbian"...

    Me llama la atención que hablando en tu post de valores, no menciones los valores aprendidos por jugar al fútbol (comunes a cualquier deporte en equipo, claro). Valores necesarios en la sociedad y entre los que destacaría el trabajo en grupo, el sacrificio individual por el bien de un conjunto, el apoyo a los compañeros cuando tienen un problema o han fallado, el respeto a la autoridad y a la experiencia (respeto al entrenador/a, arbitro, reglas del juego (no todo vale)) y también respeto tanto a tus compañeros como a los jugadores de otros equipos. Dentro de ese respeto está el admirar a las personas que tienen mayor capacidad que uno, por el talento natural o aprendido, que tienen para hacer algo. Así resulta que muchos chavales admiran a un jugador por el talento que tiene al jugar al futbol, no por una imposición social/familiar como me ha parecido entenderte....Es tan licito admirar el talento de Iniesta por como maneja el balón en el campo o el de Villa al desmarcase de los defensas, como admirar a Bob Dylan por las composiciones que hace (es una cuestión de compartir gustos y de entender el talento especial que tienen para hacer algo ¿no?)... Al menos cuando yo era pequeño lo que admiraba Fernando Carlos Redondo era el talento que tenían con la pelota para distribuir el juego y manejar al equipo.

    Entiendo tu punto de vista, entiendo que pases del fútbol y entiendo que te ponga de los nervios ciertas actitudes...Por otro lado, ser diferente también tiene su punto...

    Disculpa el mega ladrillo, me he venido arriba y no tenía un mail para enviarte mi desvario. (El mío es bluesblueberry@gmail.com por si quieres contestar)

    Abrazote

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  6. Me gusto el comentario de Mr Blueberry. Creo que tiene un poco de razón en cuanto al deporte en la pequeñez de las personas.
    Son dos cosas diferentes el fanatismo y las actitudes enervantes que conlleva, y los aspectos positivos sociales, culturales y físicos que se asocian indefectiblemente al deporte..
    Estoy abriendo mi mente Mr Blueberry, tante grazie

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  7. ¿Has visto La ola de Dennis Gansel? Seguro que si, esa pregunta da muchas respuestas a comportamientos inexplicables.

    A mi no me interesa nada el fútbol, pero no me siento marginada por ello. Cuando digo que no vi la final, me miran un tanto 'ojipláticos', pero no me importa mucho, yo también me sorprendo de otras cosas. El día de la final me quedé en la playa hasta que el sol se puso, y era como el típico sueño ese de "si estuvieras en una playa desierta" ojalá haya más mundiales pronto =P

    Además también es un día perfecto para hacer fotos que en otras ocasiones no puedes, como por ejemplo en mitad de una calle de mucho tráfico.

    De todos modos, te comprendo bastante, y comparto muchas cosillas de tu post.

    Tuesday kisses***

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  8. Suscribo lo que dice Manuela y estoy bastante de acuerdo con Mr. Blackberry, sobre todo en la parte de los valores, y también con Alhy, pero con matices.

    Para empezar, Alhy, creo que haces una descripción muy acertada de lo que es un fanático o forofo de cualquier ámbito, sea deportivo, musical o religioso. Pero estarás conmigo en que la inmensa mayoría de los aficionados al fútbol, la música o la mayoría de creyentes no son personas desarraigadas que buscan identificación y sentido de pertenencia en entidades simbólicas por las que matarían.

    Eso de que tu padre te inculque el "ellos" y "nosotros" futbolero desde pequeño vuelve a depender del individuo, aunque es cierto que la mayoría lo hace, aunque no todos tienen éxito, sobre todo porque tienen competencia (tios, hermanos, abuelos que quieren que el niño sea de su equipo). A mi me parece una estupided y un juego más que otra cosa. Además, no tiene mucho efecto, puesto que al final el niño, cuando crece, escoge al equipo que quiere y no le importa lo que diga la familia.


    En cuanto a la marginación.
    No se puede generalizar. Convivo con futboleros y antifutboleros desde que nací y los primeros nunca han mirado raro a los segundos. Es más común que los anti les tachen de idiotas alienados. De todas formas, es lo que yo conozco, no puedo hablar por los demás.
    Cuando yo digo que no he visto el Señor de los Anillos o La Guerra de las Galaxias la gente me mira muy muy muy raro.

    2º Idiotas y forofos los hay en todos sitios y el fútbol no es una excepción. Hay miles de millones de aficionados al fútbol que no se cortan las venas si eliminan a España ni pegan a los del equipo contrario. La vertiente sociológica del fútbol acoge a individuos de toda clase y condición mental.

    3º Es exagerada su atención mediática. Si, si y mil veces si. Pero corrijamos la frase.
    Lo que es exagerado es la atención que despierta en todo el mundo, lo mediático es solo un altavoz, sino interesara tanto, no saldría tanto en la tele.

    4º Apela a las emociones y eso es lo bonito. Es deliciosamente iracional y, cuestión de gustos, bellísimo.

    Al fútbol cada uno se acerca de una manera: unos ven solo los partidos de su equipo, otros solo ven los mundiales y otros vemos hasta los de segunda división. En mi caso, cuanto más aprendo más me gusta y me lo paso pipa analizando partidos, tácticas y jugadores.

    Unos son forofos, otros ven una representación de la vida, otros lo observan con escepticismo técnico, unos se quedan con la parte lúdica y otros con la táctica. Por eso digo que no se puede generalizar.


    ¿Cual es el secreto de este deporte?

    No lo se, nadie lo sabe.
    Quizás que cuando juega tu equipo durante una hora y media sientes tristeza, frustración, alegría, enfado, intriga, admiración, rabia, emoción y extasis. Es una catarata de emociones que ninguna droga puede igualar (y he probado unas cuantas. Quizás porque es algo a lo que has jugado desde pequeño, quizás porque es sencillísimo de entender, no lo se, sólo se que cuando el domingo acabo el partido yo, que me considero un tipo meidanamente leido y algo escéptico con las expresiones colectivas, lloré como un niño porque se había cumplido uno de mis sueños: ver a España campeona del mundo. Y reconozco que fue una de las noches más felices de mi vida.

    Para mi, un partido de fútbol es como el teatro, una representación en directo de la vida y de como se enfrenta el hombre a la vida. En un partido se producen al menos diez historias dignas de ser noveladas. Ahora bien, respeto y entiendo totalmente la postura de quien solo ve veintidos tios en calzoncillos dándole patadas a un balón.


    Yo creo que al hablar de fútbol hablamos de una pasión, y las pasiones no se explican se tienen.




    Un beso Alhy, no se enoje.

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  9. Ce commentaire a été supprimé par l'auteur.

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  10. Estoy TAN de acuerdo contigo que tengo que decirte que estoy totalmente de acuerdo contigo. Es más, creo que tienes toda la razón.

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  11. Pero cómo me gusta.
    Ay, madre, que sería de mí blogosfera si tú no formaras parte de ella.

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  12. Vengo a despedirme, voy a estar quince días de vacaciones y más o menos sin internet, así que nos vemos a la vuelta!

    Un abrazo!

    =)

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  13. Vengo a despedirme, voy a estar quince días de vacaciones y más o menos sin internet, así que nos vemos a la vuelta!

    Un abrazo!

    =)

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  14. Callejeros, hoy yonkis del futbol

    Oiga oiga, que hace poniendose esa bufanda si estamos a 49 grados y muchos mas farenheits!

    soy un yonki del futbol... lo reconoSSSco, que no me grabesssssssssssssss!!! que nooooooooooo joer... no me grabes la trompeta eh eh

    Y usted?

    Pues mire yo empece viendo los partidos de la sexta los sabados y mireme ahora... voy a los parques a ver jugar a los niñoss y no me tome por michael jackson aunque se hacer sus pasos quiere que baile? quiere que baile?? quiere que baile??

    no no gracias...

    hasta aqui callejeros!!

    Besosssss alhyyyy y felicidades con retrasooooooooooooooooooooo

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  15. Se un tema que genera debate por si solo,la verdad es que al final es lo de siempre.. Respeto.

    Yo soy de las que opino y cada dia mas que a quien no le guste que no mire, quiero decir que no hagas ni caso si aun hay gente que le dices que no te gusta el futbol y te mira raro, porque realmente es gente que no merece la pena.

    Como han dicho en algun post, la emocion que genera el futbol, es irracional, como todo si que tendras sus causas internas, o como bien dices puede que se nos imponga de pequeños, pero pienso que al final es una eleccion y por mucho que de peke te compren la camisa de la real, si al crecer no te gusta pues no te gustara...

    YO le puedo comprar a Laia una camisa de Superman, pero puede que cuando crezca no le mole el cine de ciencia. ficcion.

    Ojala algun dia todos respetemos las opciones de los demas.. mientras ese dia llega como ya he dicho antes a quien no le guste que no mire!

    kissess mil

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