Todxs
recordaremos siempre el día que ardió Notre Dame. La prensa se hizo eco
inmediatamente realizando una esforzada cobertura ininterrumpida de la noticia,
la humanidad sintió que estaba perdiendo uno de sus grandes tesoros (muchxs la
consideraban parte de si mismxs y/o de su educación sentimental), billonarixs
de todo el mundo se ofrecieron a sufragar los gastos y mucha gente aportó su
pequeño o enorme grano de arena para financiar una reconstrucción que, más que
probablemente, acabará siendo exitosa.
Aquel
día perdimos y recuperamos un poco de fe en la humanidad. Por una parte, comprobamos
que había compromiso, solidaridad y, sobre todo, potenciales enormes medios
económicos para causas solidarias. Sin embargo, también fuimos testigxs dolidxs
de cómo ese dinero no se utilizaba, al mismo tiempo, en otros fines mucho más
graves y acuciantes.
Hoy,
como el resto del planeta, he descubierto, horrorizada y a través de twitter,
lo que los medios de comunicación llevaban más de dos semanas ocultando, en una
de las mayores y más abyectas complicidades mediáticas ecocidas que recuerdo
(posiblemente la mayor): el amazonas lleva 16 días en llamas. ¡¡¡¡16!!!! Si su
destrucción ya era alarmante (se calculaba que iba al ritmo de un país pequeño
por día), imaginad lo que pueden suponer casi 3 semanas de incendios salvajes
sin ningún tipo de control.
Esto
debería ser una gravísima emergencia internacional, el mayor drama ecológico y
aniquilador de especies vivido hasta la fecha, cabecera de los telediarios y la
portada de todos los periódicos, pero, al parecer, la noticia, ni es rentable,
ni importa. ¿Dónde están lxs multimillonarixs ahora? El Amazonas sólo es el pulmón del planeta,
responsable del 20% del aire que respiramos, imprescindible en el equilibrio y
la salud del planeta, hogar de miles de preciosas especies de fauna y flora
que, posiblemente, en su mayoría, ni siquiera se han descubierto todavía.
Millones de años de evolución del más grande tesoro verde destruidos de un
plumazo en 3 semanas por el peor vecino de la tierra: sus tóxicos líderes
humanos y su avaricia psicópata.
Ni
todas las palabras del mundo en mis 7 idiomas pueden describir el dolor, la
ira, la vergüenza por mi especie (hay que inventar una palabra para esto) y la
impotencia que siento. También miedo. Mucho. Arde mi casa. Arden mis hermanxs
(es un holocausto). Y, al ritmo al que se va destruyendo el planeta, puede que,
en no demasiado tiempo, acabe ardiendo yo. ¿Cuántas vidas y especies hemos
extinguido? ¿Qué consecuencias puede tener para un planeta que está al borde
del colapso climático perder a su único pulmón? ¿hasta qué grado acelerará esta
terrible “amputación” la emergencia climática? Recordemos que según Science, la reforestación o restauración
de superficies forestales a escala global ayudaría a la captura de gases de
efecto invernadero y a la mitigación del cambio climático (incrementar un 25%
la superficie forestal, reduciría un 25% los gases de efecto invernadero en la
atmósfera).
Sin
embargo, Bolsonaro, el “Trump brasileño”, ya había anunciado sus planes para el
jardín y esperanza de la humanidad: destrucción. Porque si, la Amazonia se
quema por una sola razón: dinero. Pastos para cebar al ganado (que ya era la
principal causa de su aniquilación), madereras, minería y explotaciones varias,
una autopista ecocida y ridícula que pretende atravesar media selva... A diferencia
de un malo de película, nadie, ni siquiera el rechazo global y una poderosa
organización internacional (o varias), iba a boicotear sus planes solo por
hacerlos públicos, ¿verdad?
Si
ver arder uno de los símbolos de Paris dolía, comprobar como arde el Amazonas
ante la indiferencia y complicidad internacional y miserable de las personas
que deberían protegerlo (protegernos), es absolutamente terrorífico y devastador.
Hoy ha muerto una porción vital de esperanza para todxs. Por la parte que me
toca, también una porción de mi. Hoy solo puedo llorar. Pocas tragedias nos
muestran de forma tan directa y cruda las consecuencias aniquiladoras y suicidas
de nuestro podrido y toxico sistema capitalista. ¿Estamos viendo nuestro
futuro? Salvar la Amazonia y a todxs sus habitantes DEBERÍA ser nuestra
prioridad. Nuestro pulmón DEBERÍA ser nuestro Notre Dame.
Por
favor, #ActForAmazonia #ForestsAreLife #ForaBolsonaro #PrayForAmazonia
Firmad:
Impedir o desmatamento e exploração da
Amazônia!
Ivan Duque: Ayuda URGENTE para apagar el fuego y reconstruir la Amazonía
Ivan Duque: Ayuda URGENTE para apagar el fuego y reconstruir la Amazonía
Qué horror! Y qué asco y miedo me da Bolsonaro y el resto de payasos que nos gobiernan! Estamos en manos de auténticos cretinos...
RépondreSupprimerYo diría señoros fascistoides psicópatas y ecocidas (o la representación de TODO lo que va mal en el mundo). Ese debería ser su nombre completo. Y si, con estos anti-lideres tomando decisiones por todxs, mas que en un planeta, estamos en un film de terror...
SupprimerThanx for commenting ;)