mardi 24 février 2009

Cat person / Dog person


 
 
¿Te has preguntado alguna vez cuánto dice tu peludito sobre ti? ¿Crees que existen “dog person” y “cat person” ?
Este breve test te ayudará a descubrirlo:

1) ¿Qué es lo que convierte en irresistible a un amigo?
A- Su incondicionalidad.
B- Su capacidad de fascinarme.

2) ¿Con cuál de estas dos afirmaciones te identificas más?
A- En general, creo que soy un recibidor nato.
B- En general, creo que soy un dador nato.

3) En la convivencia diaria, prefieres...
A- Que invadan mi espacio, que me necesiten, que me busquen...
B- Que los territorios personales no se solapen. Valoro mucho tener un espacio sólo para mí.

4) Antes de actuar, en cualquier situación, tiendes a...
A- Seguir el dictado de mi intuición o de mi instinto en ese momento.
B- Observar atentamente antes de hacer cualquier movimiento.

5) Por tu amigo mascotil sientes...
A- Un amor fiel y poco exigente.
B- Adoración.

6) Para conseguir ablandar a un ser querido, cuando la situación lo requiera, tú...
A- Demuestras tus cualidades y/o haces contínuas referencias a buenos momentos pasados.
B- Sacas tu lado más mimoso-seductor.

7) Honestamente, ¿cuál de estos dos comportamientos te representa mejor?
A- Una vez “ganada” una amistad, la doy por sentada, no la cuido ni la mimo demasiado.
B- A los amigos hay que conquistarlos contínuamente.

8) ¿Qué imagen representa con mayor fuerza un “home, sweet home” ?
A- Un mullido sofá, una mantita, y un perro acurrucado a tus pies, en lo más crudo del crudo invierno.
B- Un mullido sofá, una mantita, y un gato ovillado en tu regazo, en lo más crudo del crudo invierno.

Mayoría de respuestas A: dog person.
Mayoría de respuestas B: cat person.
Mitad de respuestas A y mitad de respuestas B: “dag” person.


Si os animáis, no olvidéis hacer también el test semanal de la derecha ;)

samedi 14 février 2009

25 formas de abrazar


Hace unas cuantas lunas hice un curso llamado “Las artes escénicas como terapia” en el que se aseguraba que existen treintaytantas formas de abrazar. Como únicamente nos mostraron dos, mi curiosidad felina me ha carcomido desde entonces. Hace poco, finalmente, se hizo la luz. ¿Quién dice que tenga que ser un número concreto?. Y lo que es más importante, ¿por qué tiene que ser el mismo para todos?.
Después de mucho meditar, he aquí mi único, personal e intransferible catalogo abrazil:

1- El abrazo "espaldil" (o por la espalda): un brazo cruza el pecho y el otro la cintura. Es el abrazo de confianza por excelencia (hay que tener mucha ídem tanto para darlo como para recibirlo). Transmite seguridad.

2- El abrazo "coleguil": hug breve y superficial que se da a los friends, familiares o conocidos al saludarlos. Ha sido el único abrazo bien visto para el genero masculino durante generaciones y, en ocasiones, se compone de una o varias palmaditas en la espalda.

3- El abrazo "aspaldiko" ( o "¡cuanto tiempo!"): variante más intensa, larga y emotiva del anterior.

4- El abrazo "pésame": se hace en las situaciones de duelo, cuando uno o ambos integrantes han comenzado el proceso de perdida (bien sea de un ser querido, un trabajo, de su serie favorita, de sus acciones en la bolsa, etc). Tiene una duración media, y sus integrantes permanecen unidos hasta la mitad del pecho.

5- El abrazo “no words”: se da cuando las palabras no sólo son innecesarias, sino que devalúan el mensaje que se quiere transmitir. Es muy intenso, casi “exprimator”. Todo el tronco permanece en contacto y, en ocasiones, la cabeza se apoya en el hombro del abrazante/abrazador.

6- El abrazo "motil": es el abrazo forzado. Se da cuando dos personas van en moto, y el que se sienta detrás se ve obligado a abrazarse a la espalda del conductor. Resulta curiosa (y triste) su reducción (o su temeraria inexistencia) en las personalidades homófobas.

7- El abrazo "mascotil": otras especies, niños o seres queridos que no nos corresponden (o, simplemente, no saben abrazar) inspiran este abrazo. Quien lo realiza, lo hace por el puro placer/necesidad de contacto, sin esperanza de reciprocidad.

8- El abrazo “we walk the line”: tipicus de las parejas, es el hug que se realiza mientras se pasea. Sus dos integrantes van mutuamente agarrados por la cintura (o por donde su imaginación les lleve...) ajenos o inconscientes al mundo que les rodea.

9- El abrazo "melé": varias personas, presas de un impulso mimosil incontrolable, se exprimen en una hiperemotiva orgía abrazil en la que lo importante no es a quien abrazas/quien te abraza, sino el acto comunitario de aprehenderse.

10- El abrazo "dormidina": es el que se realiza mientras se duerme. Bien sea con un peluchin como con un ser achuchable de carne y hueso, consiste en aferrarse al pecho de una figura significativa mientras se duerme de lado junto a él/ella/ello.

11- El abrazo "consolator": es el abrazo que desearías no tener que dar y el que ruegas por no necesitar. Se realiza sentado. Una persona permanece recogedora y maternal volcada sobre la otra, mientras que el sufriente abrazado se acurruca (llorando) en posición fetal a la altura de su pecho-estómago.

12- El abrazo "ea-ea": es una variante menos desgarrada del consolator. Se puede realizar tanto de pie como sentado, y la persona que lo recibe se abandona de manera menos rotunda y dolorosa sobre su abrazante que en el ejemplo anterior.

13- El abrazo "estufil" (o de invierno): es el abrazo que llegó del frío. Nace cuando te acurrucas congelad@ contra otra persona y esta te envuelve con sus brazos o bien frota los ídem y la espalda para hacerte entrar en calor.

14- El abrazo "Gollum": es el exhibicionista o de cara a la galería. Surge cuando su/s integrante/s siente/n la urgencia de presumir/autoafirmarse/encelosar mediante su pareja, al encontrarse con una o varias personas. Es un acto mecánico sin sentimiento, que, en realidad, se hace con los ojos puestos en la persona a la que se quiere impresionar.

15- El abrazo "conciertil" (o "compartidor"): abunda mucho en los conciertos y es más habitual en las parejas. Situados uno detrás del otro, mirando en la misma dirección, el que se sitúa en la popa abraza por los hombros a la proa de la pareja, mientras ambos se sostienen mutuamente.

16- El abrazo "romantique": pre o post kiss, situados uno frente al otro, mirándose a los ojos, un@ se amarra a los hombros, mientras su partenaire lo hace por la cintura. Resulta breve y eterno al mismo tiempo...

17- El abrazo "parapluie": es el abrazo (in)voluntario que se da cuando dos personas se resguardan de la lluvia bajo el mismo paraguas. Su duración es directamente proporcional a la distancia en que se tarda en resguardarse y a la intensidad de la lluvia. El acompañante, acaba encogido y aferrado con ambas manos a uno de los brazos del portador del parapluie.

18- El abrazo "partido" (o "con los ojos"): es el abrazo simbólico, metafórico, cobarde, frustrado, doliente, etc, etc, etc. Ese que nunca llega a darse y que, a menos que se ponga remedio, acaba por enquistarse.

19- El abrazo “afterwards”: dos personas tumbadas se amarran la una a la otra mediante brazos, piernas (y palabras) mientras contemplan las estrellas, se cuestionan a que huelen las nubes o comentan las jugadas del, como diría Ross Geller, “acto físico del amor”.

20- El abrazo “cinturón de seguridad” o “estáte quieto, niño”): es el que habitualmente realizan los adultos con los niños cuando están de pie en algún lugar público y no quieren dejar que la criatura mariposee libremente y/o están parlando con otra persona. El adulto abraza de espaldas a su retoño, cruzando con un brazo su pecho a modo de cinturón.

21- El abrazo "bon voyage": cuando dos personas viajan juntas en tren/autobús/avión y la confianza les sale por los poros, una acaba utilizando a la otra como improvisada almohada anatómica. El resignado receptor, suele prestar uno de sus brazos (y/o hombros) y, en ocasiones, incluso acuna al caraduril bello durmiente.

22- El abrazo "canguro": es el que realizan los padres con sus babies cuando los transportan. Agarran a su retoño por la cintura y lo apoyan contra la cadera cual vasija llena de agua, mientras estos se abrazan y se apiernan al progenitor.

23- El abrazo “Ailofyu”: parecido al “no words”, pero menos intenso, es el que más claramente expresa “te quiero” con el cuerpo. Además de en las relaciones de pareja, resulta frecuente en la BBC (bodas, bautizos y comuniones) y felicitaciones varias como cumpleaños, ascensos, “menos-mal-que-has-acabado-la-carrera”, etc.

24- El abrazo “exprimator” (o "never let me go"): acto quasidesesperado de aferrarse a otro ser querido con tanta fuerza que, en ocasiones, puede llegar a adelgazar un par de kilos o a hacer crujir musicalmente las costillas. Normalmente, se realiza tras una reconciliación o ante la probabilidad de una amenaza inminente

25- El abrazo "de oso": es el abrazo de los abrazos. Para que sea genuino, debe llevarse a cabo cuando existe una gran asimetría de tamaño entre sus dos participantes. El más grande, envuelve literalmente al otro rodeándolo con todo su cuerpo, mientras el abrazado es transportado a un lugar donde nada malo puede sucederle.
Debería ser obligatorio recibir uno todos los días.


Que cada un@ escoja el que más le apetezca/necesite y le será reenviado instantáneamente, libre de gastos y censuras. Y, si se anima, que haga su propio catálogo ;)



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mercredi 11 février 2009

El truco del truco del manco



2009. Enero. Martes. 9:00 de la mañana. Lluvia. Frío. Un autobús encorsetado de gente. Agitación de día de fiesta. Un matrimonio de mediana edad acaba de ser rescatado. Él lleva una muleta, ella cara de quien come un pomelo por vez primera. Tras un rápido scanning, descubren que el bosque humano les impide llegar hasta el claro. Suspiran. Rebuznan. Vuelven a mirar. Atisban un asiento libre a su izquierda, pero el hombre, caballerosamente, declina su invitación. Doña Pomelo se enerva, levanta un dedo de espuma gigante como esos que usan los yankees en los partidos de baseball. Apunta en nuestra dirección. No escucho. El sueño y las disertaciones psico-autobiográficas sobre el book que estoy leyendo me lo impiden. La Pomelo se exprime y exprime en protestas y salpica a todo el autobús. Al parecer, no deberíamos estar ocupando un asiento de la zona “VIP”. Don pomelo, conciliador, la tranquiliza sentándose mientras sonríe nervioso al personal. Pero el hambre de Madame Pomelo insaciable es. Por lo visto, los bonus points de la invalidez de su marido la incluyen a ella, a su perro, al ballet ruso y a sus primas lagarteranas. Desoyendo las protestas y subiendo irritantemente el tono de voz, sentencia: "la que debería levantarse es la chavala". Despierto de golpe taladrada por unos ojos invisibles y asumo que “la chavala” soy yo. Mi cerebro se estira intentando comprender qué elemento sobra. Mi eterno complejo de culpa cuatril planea sobre mi durante un segundo, pero se aleja. Lo único que está de más en este plano a polivisión es Mrs Pomela. Me debato internamente entre mi falta de asertividad y la Super Girl que llevo dentro, pero me gana un tercero: el sentido común.
Ante semejante despliegue caraduril, una cosa está clara: nunca volveré a sentirme culpable por seguir abusando de mi tarjeta universitaria...

[Inserten experiencias caraduriles propias o ajenas en posts]

Pd: ¡que serios os habeis puesto en la entrada anterior! Yo sólo quería hacer un paralelismo entre darse de baja en las companies y los breakups amorosos (ya no sé qué es más dificil). En realidad, el tema amoroso era un McGuffin, pero viendo vuestras reacciones, no he debido expresarme muy bien...

mercredi 4 février 2009

Breakin' up is hard to do


Woody Allen decía en Todos dicen I love you, que, en las relaciones, siempre es mejor ser el lever que el levee (el dejador que el dejado) porque el dejador deja y lo peor que le puede pasar es cierta culpa de superviviente.
A pesar de no atreverme a cuestionar esta incólume afirmación del genio neoyorkino, no puedo evitar matizar las ramificaciones de los efectos del post-breakup en las personalidades morales o “juez”.

A menudo, nos sometemos a la tiranía del impasse, del “prefiero no pensar, prefiero no sufrir” en lugar de enfrentarnos al, utilizando otra metáfora woodyalleniana, “tiburón muerto”. Al fin y al cabo, el cambio nos asusta y nunca sabemos a ciencia cierta si eso de “bueno por conocer” no es más que un farol que se han inventado los brokers o los coach sádicos y hambrientos de incautos.

De esta forma, podemos permanecer semanas, meses, incluso años, atados a una relación que no nos satisface y que hace mucho que ha dejado de hacernos felices.
Pero, cuando en un arranque de autoestima y valor, decidimos cortar de una vez por todas los lazos del apego, el tanto tiempo postergado alivio aparece teñido de un marrón muy feo: la maldita culpa.

Porque el “ya no te quiero”, por muy devastadoramente sobrio y aclaratorio que sea, al levee nunca le resulta suficiente. Entonces es cuando, colocándote un flexo en la cara, comienza su cantinela interrogatoria y su ataque manipulador: ¿Por qué me dejas? ¿Acaso no soy suficientemente bueno para ti? ¿Crees que algún otro te va a dar lo que yo te doy? Y sus promesas falsas: ¿no te das cuenta de lo que vas a echar por tierra? ¡Tengo mil cosas que ofrecerte!¡Vuelve a mi y verás naves en llamas más allá de Orión!

Es ahí donde comienza la fase asertiva o la prueba de fuerza, que es lo mismo. El dejador, debe mantenerse severo, firme, inflexible, duro, pétreo y todos los sinónimos de implacable habidos y por haber.
Si el dejado sigue abducido por la miopía nasal y la negación infantil, que la fuerza, los guantes de boxeo y hacienda te acompañen. Si, en cambio, el levee, afloja el pulso y te dedica un firme “adiós”, lo has conseguido, ¡por fin eres libre de tu operadora de telecomunicaciones!.

Bye, bye, jazztel!!!




Hablen de sus más dolorosas rupturas (telecomunicacioniles o no) ahora o callen para siempre...
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