La
vida es una sucesión de saltos, de forzosas transformaciones, porque como
repetía el guaperrimo Brad Pitt en Guerra Mundial Z: “El movimiento es
vida”.
En
ocasiones, cuando tienes la exigente (y cansina) vocación de contar y escribir,
retrasas la mudanza a un escalón más arriba porque, en el fondo, te da miedo
comprobar lo que más temes: que no tienes nada interesante u original que
decir. Y ese miedo constante a la mediocridad, al fracaso, al silencio, te
evita salir de tu madriguera y gritarle al mundo: ¡yo también tengo una voz!
Pues
bien, ya es hora de enfrentarse a ese test terribilis y ampliar fronteras. Aunque,
en este caso, sin abandonar las que ya se conocen. Eso de venderse siempre se
me ha dado fatal, pero resulta básico recibir feedback y llegar al mayor número
de personas posibles, y para eso, nos guste o no, las redes sociales son
imprescindibles.
Todo
este ladrillo se puede resumir en una frase: he abierto una página en el
caralibro y estáis tod@s invitad@s. ¡Os espero!
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A mi me ha pasado lo mismo así que te entiendo ;) me paso por tu página, si quieres, puedes pasarte por la mía ;)
RépondreSupprimerBesos!!
¡Muchas gracias por tu post, nena! :)
Supprimer¡Buscaré tu página!
Kisses literarios ***