De
entre el frustrante y desganado refrito fílmico que nos va llegando desde
Hollywood, una casualidad muy casual o un principio de tendencia esperanzadora ha
surgido en el reciente cine palomitero: emparejar a hombres jóvenes con chicas
algo menos jóvenes con relativa naturalidad.
En
El
hombre de acero, por ejemplo, Amy “Lois Lane” Adams tiene casi 39
springs, mientras que su musculoso kryotoniano, Henry Cavill, acaba de cumplir
los 30.
Sorprende,
por muy fan de Adams que se sea (y yo lo soy), el hecho de que no escogieran a
una veinteañera cañón para interpretar a Lois, especialmente al tener en cuenta
el público al que va principalmente enfocada y el hecho de que pretenden convertir el reboot
en saga. Hace no demasiados años, esta misma diferencia de edad habría sido el
McGuffin de la típica y predecible comedia romántica.
En
Oz,
un mundo de fantasía, la guaperrima y aún más talentosa Rachel Weisz
(43) interpreta a la hermana de Mila Kunis (29) y coquetea con James Franco (35) y, tristemente, es una de las pocas cosas buenas que contiene la película (¿habrá alguien entre el público que se moleste en hacer cálculos matemáticos?).
Otro
ejemplo aún más reciente. En la insultantemente tramposa Ahora me ves, Isla Fisher,
a pesar de que sólo está en el film para hacer de “la chica” y crear tensión
sexual, le saca casi 8 años a Jesse Eisenberg y ambos nos son
presentados de forma creíble como pareja romántica.
Como de todos es sabido, la década ideal de cualquier actor según Hollywood es la treintena (a los veinte, al parecer, son muy pipiolos y no están lo suficientemente maduros, y a los 40 ya no son tan creíbles como héroes o galanes), pero en el caso de las mujeres, la edad perfecta es la veintena, o séase, la primera e inmaculada juventud, antes de que empiecen a interpretar a madres en serie. Ya es hora de que este rígido corsé comence a aflojarse para ambos sexos.
Obviamente,
detalles tan relativos como la cifra que marca el DNI no tendrían que tener importancia en un
mundo perfecto, pero como este world en el que sobrevivimos, además de imperfecto, es extremadamente
machista y sólo el ejemplo hombre maduro-mujer joven resulta, no sólo habitual, sino muchas veces deseable (Mark
Ruffalo tiene 16 años más que Melanie Laurent en la anteriormente mencionada Ahora me ves y a nadie le
sorprende lo más mínimo), ejemplos de mujeres de rompe y rasga de cualquier edad, pero menos
jóvenes que sus partenaires masculinos, se agradecen muy mucho. Esperemos que no
sean los únicos.
*
Vous voulez jouer à des jeux drôles en ligne,Os presento este juego de “Atrapa Al Gato”, el mecanismo es sencillo, tienes que ir cerrando las casillas y evitar que el gato se escape por algún lado del tablero.
RépondreSupprimerMachisteces que se camuflan y pasan desapercibidas para muchos. Y es que, a pesar de que hay quien lo niega, el machismo sigue vivo y coleando...
RépondreSupprimerBesos feministas