mardi 2 mars 2010

Lo que me gustaría decir, lo han dicho otr@s antes...




“El delito de los que nos engañan no está en el engaño, sino en que ya no nos dejan soñar que no nos engañarán nunca”. Víctor Ruiz Iriarte

"Cuando una puerta se cierra, otra se abre, pero a menudo vemos tanto tiempo y con tanta tristeza la puerta que se cierra que no notamos otra que se ha abierto para nosotros". Alexander Graham Bell

"Vuelvo a mirarte aún. Y eres el mismo milagro de ternura y egoísmo, triste y feliz, eterno y pasajero". Julia Prilutzky

"Esa engañosa palabra mañana, mañana, mañana, nos va llevando por días al sepulcro, y la falaz lumbre del ayer ilumina al necio hasta que cae en la fosa". William Shakespeare

"De veras, nunca estoy solo. Tan solo estoy triste cuando tus ojos huyen del sitio en que debimos encontrarnos por la tarde". Otto René Castillo

"Y si por algo es triste la lluvia que no llueve será porque es la lluvia condenada a ser nieve". José Angel Buesa

"El alma resiste mucho mejor los dolores agudos que la tristeza prolongada". Jean Jacques Rousseau

"Creamos situaciones y después renunciamos a nuestro poder culpando a otros de nuestras frustraciones. No hay persona, lugar ni cosa que tenga ningún poder sobre nosotros. En nuestra mente, sólo pensamos nosotros". Louise Hay

"Leemos mal el mundo y decimos luego que nos engaña". Rabindranath Tagore

"Existen cosas inolvidables: esos ojos tuyos, aquella guerra triste, el tiempo en que vendrán los pájaros, los niños". Carlos Sahagún

"Todo el arte consiste en no engañarse a sí mismo: mínimas islas de rocas en todo un mar de autoengaños. Lo que más puede lograr un hombre es aferrarse a ellas y no ahogarse". Elias Canetti

"Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía". Miguel de Cervantes Saavedra

"Ser río que corre, ser nube que pasa, sin dejar recuerdos ni rastro ninguno, es triste, y más triste para el que se siente nube en lo elevado, río en lo profundo". José Santos Chocano

"A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre". Pío Baroja

"Y es que nada hay tan difícil como cerrar por amor la mano abierta y avergonzarse de su generosidad". Friedrich Nietzsche

"Cuánto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza". Alejandro Dolina

"Lamentarse es una pérdida abrumadora de energía, no se puede construir nada sobre eso, sólo sirve para revolcarse". Katherine Mansfield

"Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos". Emil Michel Cioran

"Quien ha visto vaciarse todo, casi sabe de qué se llena todo". Antonio Porchia

"Qué triste es escuchar a alguien que no se escucha a sí mismo". Noël Coward

"Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo". John Fitzgerald Kennedy

"Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien". Baltasar Gracián

"El que recibe lo que no puede pagar, engaña". Séneca

"Los hombres auténticos viven como piensan. Los que quieren engañarse piensan como viven".
Darío Lostado

"Nada es felicidad si no se comparte con otra persona, y nada es verdadera tristeza si no se sufre completamente solo". Anónimo



Volveré cuando haya cosido mis medias.


Cuídense.

dimanche 28 février 2010

Dudas trascendentales sobre el patinaje artístico



Vancouver y sus juegos han propiciado mi reencuentro con un viejo colega: el patinaje sobre hielo (o el deporte más desaprovechado del mundo, que es lo mismo). Y como si de una canción o unos floo powder se tratase, de repente, he sido mágicamente transportada a tiempos pasados con una inesperada y desarmante fuerza.
Sin embargo, entre las piruetas, los axels y los giros de unos patinadores mucho más multiétnicos que los que yo recordaba (thanks Yoda!), me han surgido las mismas preguntas sin respuesta de hace casi diez años.

* ¿Habrá algún tipo de relación directamente proporcional entre la cantidad de brillantitos pro-epilépticos del traje y la categoría patineril del participante?

* ¿Los coreógrafos no han descubierto que musicalmente existe algo más que las bandas sonoras del todo a 100, el adagio de Albinoni y Andrea Bocelli o es que directamente odian a sus discípulos?

* ¿Por qué la mayoría de la gente sigue pensando que los patinadores varones se dividen entre gays, super gays y ultramega gays?

* ¿Quién les diseña esa ropa? ¿quién? Que a la deriva los lleva, ¿quién? ¿Por qué junto a los trajecitos de comunión y los vestidos del baile de graduación yankee, la ropa de los patinadores parece atrapada en una eterna “alcanfor dimension”? ¿dónde están los diseñadores sin fronteras cuando se los necesita?

* ¿Por qué tantos “Mr Ts” llevan pesadas y antiestéticas medallas de oro colgadas del cuello? Almas de cántaro, ¿no veis que os vais a quedar todos sin piños antes de los 30?

* ¿Seré la única que con tanta cuchilla y velocidad siempre anticipa temerosa un improvisado Blood on ice?

* ¿Por qué en estos botox times las hipermaquilladas patinadoras con sus rottenmeyerianos moños parecen empeñadas en echarse 10 años más encima?

* ¿La cada vez más creciente ola de Pimpinelismo (o hermanos fingiendo arrumacos y achuchones públicamente) no le resulta inquietantemente “incestuous borderline” a nadie?


Y hablando de hermanos, en mi intento de desenñoñar el patinaje artístico, aquí les presento, a quienes no los conozcan, a la pareja más cool e indie del Ice world. No sólo por sus looks sino por sus elecciones musicales, los Kerr brothers van marcando tendencia. ¿Os imagináis una coreografia patineril al ritmo de Linkin Park? (atent@s al minuto 4:16)

Pero mi favorite couple, ya retirada, son los champions franceses Marina Anissina y Gwendal Peizerat. Además de derrochar pasión, talento y carisma, pusieron de moda en sus coreografías ese elemento que tanto me gusta: "the reverse lift" o que ella lo sujete a él.

A los que crean que un francés y una rusa estarían más perdiditos bailando un flamencazo on ice que Flanders en un concierto de AC/DC (atent@s a los movimientos y las faces. ¡Lo viven!).

Y, para terminar, he aquí su coreografia más desenfadada y sexy



Happy week!

dimanche 21 février 2010

¡Pregúntale a mis amigos!



Imagínense una típica escena de película: malo maloso perseguido en plena calle por bueno buenoso, consigue esquivar con igual destreza policías, coches, balas, las rebajas y señoras con perritos, para acabar en un mugriento callejón sin salida confesando a grito pelado: “¡soy inocente, soy inocente! ¡Pregúntenle sino a mis amigos!”.
Y he aquí mi sunday thought de la semana: si nadie en su sano juicio se fiaría de esta confesión, ¿por qué la mayoría recurrimos casi siempre a ella cuando se nos acusa de algo que nos hace pupita?

Obviously, no es lo mismo que el dardo venga de tu madre, del tipo sentado a tu lado en el bus, de tu mejor amigo, de tu compañero de bailes de salón o de tu jefe. Much more obviously, también influye el qué, cómo, cuando, dónde y por qué. Pero ante esa originalísima respuesta “por peteneras” siempre dan ganas de decir “¡Y a mi que carajo me importa lo fabulos@ que eres según tu madre, lo mucho que quieres a tu perro o las notazas que sacaste en selectividad!".

Parece existir una conspiración universal cimentada en mucho miedito y en la autonegación más vergonzosa, que se empeña, once more, en negar lo evidente: nos transformamos en función de la persona que tenemos delante. Aunque, tal vez transformarse no sería el término adecuado, puede que, utilizando un símil musical, lo más exacto sería decir que sonamos de forma distinta dependiendo de con quien estamos.

Yo me imagino a cada persona como el main theme de la banda sonora de una película. En diferentes momentos de un mismo film, aparecen distintas variaciones del mismo tema: más vivace, más instrumental, más grave-sinister, más dramatic, más orquestado, o incluso, podemos encontrarlo intercalado con otros temas, cantado, a capella, versión pop, versión jazzie, versión Camela... las posibilidades infinitas son.
En todas estas versiones, la melodía es reconocible, las notas son siempre las mismas, pero, obviamente, no hay dos iguales.

Todos conocemos virtuosos que extraen lo mejor de nosotros, que hacen surgir nuestra parte mas ingeniosa, inteligente o tierna, que nos empujan a hacer o decir cosas que no imaginábamos que sabíamos o que éramos capaces de realizar.... y viceversa. Sin embargo, ante la presencia de otros, nos sentimos apáticos, reprimidos, aburridos, frustrados y un largo etc. Más que interpretarnos, a veces parece que ni siquiera son capaces de afinarnos o que directamente odian el instrumento... y viceversa.

Contraatacando nuestra neurosis, de vez en cuando, nos topamos con personas que "nos hacen el coro" de la parte de nuestra canción que menos nos gusta, algunas inconscientemente, y otras a las claras, y les odiamos por ello. Tanto en un aspecto positivo como negativo, siempre tendemos a buscar cómplices que nos confirmen lo que creemos que somos, a personas que refuerzan esas conductas o rasgos que reconocemos y que nos conforman. Recurrimos al "más vale malo conocido que bueno por conocer" y nos cuesta admitir variaciones y covers.

Dicho todo lo anterior, dear readers, por un mundo en el que las vecinas de los asesinos en serie no salgan en las noticias diciendo “¡No puede ser! ¡Pero si me sujetaba siempre la puerta del ascensor!”, pensémonoslo twice y cuestionémonos que hay de nuevo en cada canción antes de recurrir al manido estribillo “¡pregúntale a mis amigos!”.
Related Posts with Thumbnails