lundi 22 avril 2013

No lo intentes




Yoda lo había dicho mucho tiempo atrás, pero no caí en la cuenta hasta que lo demostró el guapísimo nadador ruso Vladimir Morozov tras sus últimos grandes triunfos en piscina corta:
Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes…
… porque intentar no existe.

Al más puro estilo Joaquín Luqui (o tú y yo lo sabíamos), la CNN Sports coló un video de hace casi dos años, donde un postadolescente Morozov, tras ser nombrado el mejor nadador juvenil del año en USA, asegura, con una extraña mezcla entre timidez, chulería y abrumadora autoconfianza, que es capaz de enfrentarse con éxito a Nathan Adrian en los campeonatos universitarios y de hacer un buen papel en Londres. Finalmente, el triunfo tardaría un poco más de lo que tenía planeado (unos meses, para ser exactos), pero llegó. Y de qué manera.


 
 

Contrariamente a la mayoría de los mortales, “Vladi”, un gran número de deportistas de elite (y de triunfadores de cualquier ámbito), conocen esta certeza. Aunque el diccionario define el verbo intentar como:
1.tr. Tener el propósito de hacer algo.
2. Preparar o iniciar la ejecución de algo.
3. Procurar, pretender, tratar de hacer algo.
Lo cierto es que intentar, psicológicamente, implica y justifica un fracaso potencial, y, en muchas ocasiones, es el miedo ante la probabilidad de ese fracaso (o la incapacidad de reponernos ante los reveses), lo que nos aleja del éxito y nos convierte en abandonadores de proyectos y personas frustradas.
 
 

El tanto por ciento que cada persona pone en un intento, en una situación concreta, depende, no sólo de la dificultad de la situación en sí, de sus habilidades y de las circunstancias que la rodean, sino, básicamente, de su autoconfianza y perseverancia, del hecho de creerse capaz de conseguirlo contra viento y marea. Y es que para construir algo, independientemente del tipo de construcción que se utilice, primero hay que creer firmemente en ese algo, visualizar con claridad sus cimientos o raíces.
Una autoestima moderada, por ejemplo, puede invertir un 50% en sus “acciones del éxito”, mientras que se reserva la misma proporción para inflar un colchón que amortigüe el golpe en caso de caída. ¿Qué pasará durante ese trayecto, entonces? Posiblemente, esa persona no se lanzará a la piscina ni con la misma entrega ni con la misma garra y potencia, no dará “el todo por el todo” como si creyera firmemente, no sólo que hay mayores posibilidades de éxito que de fracaso, sino de que la probabilidad de fracasar, prácticamente, no existe.
 
 

La autosugestión un arma poderosa es. Cuanto mayor sea el margen que reservamos a ese éxito, menos probabilidades tendremos de no alcanzar esa meta concreta. Esto, lógicamente, no se consigue en un día. ¿Cómo aumentar nuestras acciones del éxito en cada nuevo proyecto y aprender a construir firmes cimientos sin una licenciatura en arquitectura? A pequeños pasos, con pequeños proyectos, focalizándonos en lo positivo incluso aunque fracasemos, extrayendo lecciones, peleándonos contra el “no” todos los días.
En To the wonder, la última película de Terrence Malick, Olga Kurylenko asegura que las personas débiles siempre abandonan lo que empiezan, y que, además, pretenden que los demás las acaben. Supongo que llega un momento en el que todos tenemos que plantearnos hasta qué punto nos compensa seguir simplemente intentando metas, nuestros sueños, la vida…
 
*

16 commentaires:

  1. ¿A que vienen estas fotos y no otras?

    He incluido al gimnasta alemán porque me acuerdo de él (y de la profesora de Fama) en cada sesión de pilates especialmente dolorosa y, aunque parezca una bobada, eso de que el pain es temporary me ayuda a vencer a mi derrotismo y mi pereza.

    Javier Fernandez está ahí, no sólo porque es un super iceskater y un encanto, sino porque está convencido de que no hay nada imposible y lo está demostrando. Que envy, oye...

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Buena idea para mis clases
      Merçi!

      Supprimer
    2. Me alegra haberte servido de ayuda, Erika. ¡Muchas gracias por pasar!

      :)

      Un saludo ***

      Supprimer
  2. No entendía del todo el significado de esa legendaria frase, y además, me tocaba en un lugar sensible: "Hazlo o no lo hagas? Qué totalitario! Intentarlo es lo máximo que puedo hacer!" Tu explicación me ha aclarado un poco las cosas.

    Como abandonadora de proyectos crónica que soy, no me vendría mal aplicarme en la asignatura de autosugestión...

    Besos ganadores!

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Hello, Bis!

      Supongo que no hace falta que aclare que esta actualización la escribo, básicamente, para decirme y recordarme cierta información a mi misma. Necesito urgentemente dejar de intentar las cosas.
      Sería bonito que, además, dejaramos de intentar todos los "abandonadores" al mismo tiempo, como los colegas que se proponen dejar de fumar ;)

      Animo en tu posible odisea anti-intentil. You're not alone ;)

      Kiss decidido ***

      Supprimer
  3. Joder Amore, cómo me ha gustado esta actualización :) Desde luego que yo tampoco había reflexionado sobre esta otra variente o digamos vuelta de tuerca a la clásica frase de "Hazlo o no lo hagas" (confieso que a mi me sonaba también muy totalitario, como a Bis). A veces es verdad que dedicamos demasiado tiempo a inflar el colchón por si caemos. Pero si se persevera, los proyectos salen y podemos dejar ese colchón desinflado.

    Se te love. Te debo otro mail ;) Kissessssss anti-intentos :)

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Hallo, Cinemagnificus-san!

      Wie geht es Dir?

      Me alegra que te haya gustado la actualización. Se te echaba de menos. Como optimista nato espero que tengas menos dificultades que yo en eso de creerTE. Te has embarcado en algunos retos estimulantes (like right now). Ya me contarás tus progresos sin colchón ;)

      Kiss esperanzado ***

      Supprimer
  4. Todos aquellos que nos planteamos un reto y que oyes que te llaman "loco" entendemos a Vladi. Hay que tener la certeza que lo harás, para entender que sólo lo logrará aquel quien lo dé todo!

    saludos!

    Enric
    PD: hacia tiempo que no pasaba por aqui!

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Long time no see, Enric! Welcome back! :)

      La historia está llena de locos ilustres que han demostrado que los "locos" son los otros, esos que señalaban con el dedo y no dejaban de repetir que tal o cual cosa era imposible. Quiero pensar que tanto la perseverancia como la autoconfianza son músculos que hay que entrenar sin descanso, todos los días, a través de pequeños/grandes retos.

      Que te llamen loco puede ser el mejor piropo, si lo piensas ;)

      Saludos alocados ***

      Supprimer
  5. Como siempre, fantástica en tus argumentaciones. Yo misma me autoproclamo "inconstante", experta en dejar las cosas a medias. Tan difícil apartar los malos pensamientos e inseguridades y decidir actuar!! Visualizar el triunfo!!!! Aunque fracases que no se te quede la cosilla de no haberlo (iba a escribir intentado) hecho!!
    Haremos caso de Yoda!!! Perserverance!!! Un beso enorme maga!

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Ro is back!!! ¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen! :)

      Thank you, darling. Como inconstante profesional, tengo que automotivarme y darme toques de vez en cuando para no ahogarme en el vaso medio vacio.
      Espero que todos estemos más cerca de la filosofia yodil y que podamos compartirlo :)

      No te vendas tan cara, xikilla, OK? ;)

      Kisses soñadores miles ***

      Supprimer
  6. Curioso, llevo días con tu mail pendiente de leer. Lo miré por encima cuando lo enviaste pero pensé que se merecía que lo leyera con calma porque el tema es potente. Y justo hoy estaba hablando con una persona y me ha propuesto algo. Le he dicho: "Lo intentaré". Y ella me ha respondido: "Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes." Córcholis. He pensando que esta misma noche tenía que leer tu entrada.

    Tú ya sabes que soy optimista por naturaleza y que soy consciente del poder de la autosugestión y del pensamiento positivo pero no me había planteado las implicaciones psicológicas de la palabra (o del hecho de) intentar. Tu argumentación brutal, das totalmente en el clavo. Seguiré pensando sobre el tema y es posible que, si me inspiro, hasta escriba también un post (dedicado a ti, of course).

    Gracias, Alhy. Kisses nocturnos a montones.

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Hello, Helen!

      ¡Muchas gracias por pasar! :)

      Las casualidades no existe, asi que supongo que el world nos está pidiendo que seamos mucho más peleonas ;)

      Yo, a diferencia de ti, no soy optimista por naturaleza, más bien soy una "pesimista anónima", explícome: alguien que ha caido en el pesimismo muchas veces y tiene cierta tendencia a recaer en él, pero que, al mismo tiempo, se ha dado cuenta de lo toxica que es su actitud y lucha con todas sus fuerzas para no volver a recaer en ella.

      Si te inspiras, avísame, OK?

      Kisses optimistas miles ***

      Supprimer
    2. Con tu permiso, voy a compartir hoy gran parte de tu entrada en mi blog. Citándote y linkeándote, of course....

      Supprimer
  7. A mi esa frase me gusta, pero tiene un componente peligroso, que es la sensación de fracaso cuando no se puede hacer.

    Siguiendo con los retos deportivos, aunque sólo como ejemplo de algo que conozco, a mi me gusta marcarme retos difíciles. Hacer una prueba ciclista en menos de un tiempo determinado, acabar un maratón... me entrego en cuerpo y alma, sufro en la preparación, entreno cuando no me apetece (lo cual enlaza con una frase que sé que detestas "no pain, no glory"), sé que puedo hacerlo y sé que casi siempre es más duro el esfuerzo de la preparación, del proceso que el hecho en si... pero soy consciente de que a veces todo escapa a nuestro control, o simplemente a veces nos equivocamos. Hay que estar preparado para el fracaso, para levantarse e intentarlo otra vez.

    ¡¡Besos!!

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. ¡Upss, se me había escapado este comment! No esperaba recibir más en esta actualización y, aunque, seguramente, no vuelvas a pasar, te contesto anyway.

      La mentalidad optimista o ganadora no interpreta el fracaso como la mayoria de los neuróticos mortales, sino como una oportunidad de superarse y aprender(además, enfrentarse a ello al 100% ya es un acto para sentirse orgulloso en sí). En lugar de pensar "he fallado, no soy lo suficientemente bueno", piensan "¿que puedo aprender de esto para hacerlo mejor next time?", asi que no le veo ese dangerous component que le ves tú ;)

      Kisses pro-optimistas ***

      Supprimer

Cuéntame, cuéntate...

Related Posts with Thumbnails