Lo
afirmaba de manera tan rotunda, que supe que no habría forma de hacerle cambiar
de opinión. Aquella señora no podía entender las críticas de su hija sobre los supuestos
privilegios machistas de los que se favorecía su hijo. ”Los hemos educado igual. Siempre
les hemos dicho que hombres y mujeres eran iguales” repetía incesantemente.
Tuve que morderme la lengua para no explotar su burbuja igualista. Lo que
aquella buena mujer le hubiera repetido hasta la saciedad a sus retoños era lo
de menos. De nada sirve afirmar una cosa y adoptar el comportamiento opuesto. En
la esquizofrenia infantil entre lo que se dice y lo que se hace, generalmente,
gana lo segundo.
De
niños aprendemos por imitación, absorbiendo la forma de ver y de enfrentarse al
mundo de nuestros seres más cercanos, y, al jugar, reflejamos y copiamos sin pudor
comportamientos adultos. Más mayores, reproducimos elementos de los looks y
estilos de otros cuando nos vestimos. Nos nutrimos de musos e influencias
cuando creamos. Mimetizamos allidondefuereshazloquevieres
cuando viajamos o trabajamos. Alimentamos expectativas heredadas y escenificamos
escenarios ajenos cuando nos enamoramos. Casi nada es total y genuinamente
nuestro, bien sea bueno o malo.
La psicopatía también se puede imitar. Está demostrado que cada vez que un asesinato o masacre sale a la luz pública, decenas, puede que cientos de (potenciales) psicópatas a lo largo de mundo, se “inspiran” para llevar a cabo una atrocidad parecida.
La psicopatía también se puede imitar. Está demostrado que cada vez que un asesinato o masacre sale a la luz pública, decenas, puede que cientos de (potenciales) psicópatas a lo largo de mundo, se “inspiran” para llevar a cabo una atrocidad parecida.
Al conocer la noticia de la matanza
de Newtown, además del lógico shock (y de la aún más lógica reafirmación por el desprecio a la segunda enmienda, esa que recoge el derecho a llevar armas),
dos cosas surgieron en mi cabeza. La primera fue lo mucho que (salvando las
distancias) esta tragedia se parecía al argumento de Tenemos que hablar de Kevin y la
segunda “¿cuántas semillas de sangre se
acaban de plantar?”.
Es muy fácil esconder el espejo y demonizar a un asesino con evidentes problemas mentales e incluir en la quema a su madre, Nancy Lanza, una fanática de las armas, obsesionada con la llegada del fin del mundo, que enseñó a disparar a sus propios hijos por si ocurría “cualquier tipo de emergencia o caos”. Pero ese ambiente enfermo, disfuncional, enrarecido en la casa de los Lanza, no ha surgido de la nada, como un inocente conejo de una chistera, sino que es producto de muchas circunstancias desafortunadas: crecer en la familia equivocada, en el país más pro-armas y paranoico, y en el, probablemente, momento más desconcertante y desorientado de la historia, entre otras muchas cosas.
Obsesionados
con el porqué de cada tragedia concreta, con señalar, marcar y ajusticiar a los
culpables, casi nadie parece considerar que los casos aislados (y las
responsabilidades aisladas) no existen, sino que cada acto y respuesta están
interconectados con todo lo que les rodea. Y es que tod@s somos víctimas de víctimas y muchos (y variados) son los
ingredientes que conforman un caldo de cultivo.
*
Lo importante siempre ha sido encontrar al culpable, para hacer ver que todo está resuelto al condenarlo. Así parece que va la cosa.
RépondreSupprimer=(
Thanks for visiting :)
SupprimerLlevo dudando days si borrar esta entrada o no, porque, para variar, no me acaba de convencer (lately no me convence nada), asi que si vuelves a pasar y ves que desaparece, ya conoces el motivo.
P.S. Hoy han vuelto a dar Ratatouille en la TV :)
lo primero que se hace siempre ante situaciones asi es buscar un culpable sobre el que caigan todas las criticas de la sociedad y evitar así que la gente piense y vaya más allá. hace unos días escuché que en vez de modificar la constitución y vetar el uso de armas los estadounidenses ven más lógico que se coloquen armas en el colegio como defensa ante posibles ataques, lo que lleva consigo más victimas y más peligros. no consigo entender la forma de pensar en ese pais. lo peor los niños que sin culpa alguna pagaron los achaques de un desequilibrado
RépondreSupprimerPD: no borres tus entradas niña que siempre son geniales, muchos querrian currarse tanto algo como lo haces tú y que conste que no es pelotilleo, que eso no me va, es lo que realmente pienso. puedes escribir una entrada de 200 líneas que me la leo entera ejejejej
Seo, tengo este blog tan abandonado, que no no había visto tu amable comment. Sorry!
SupprimerMe he cansado de firmar peticiones para que los yankis reconsideren su inspirada idea de armar a los profesores como si fueran sheriffs:(
No sé si me lo merezco, pero gracias por demostrar que las palabras no caen en saco roto :)
Happy new year, guapetona!
2013 Kisses ***