dimanche 6 février 2011

Disonancia cognitiva




Afirmaciones del tipo “las parejas lésbicas son más felices que las heteros porque hay más ternura, comprensión y colaboración por parte de ambos integrantes de la pareja”, sólo pueden despertar incredulidad por parte de personas que, como yo, se consideran igualistas militantes. De hecho, mi primera reacción fue “Menuda estupidez, las personas son mucho más que géneros o identidades sexuales. Si cada uno de nosotros ya es un universo en sí mismo, la mezcla de dos casi siempre resulta impredecible. Además, sólo tras un estudio minucioso con bisexuales experimentados se podría afirmar algo así ".

Pero, inmediatamente, descubrí que cierta indignación extra había mantenido pulsado el resorte de la duda. Y recordé un consejo que un profesor nos repitió hasta la saciedad en la universidad: mantened siempre la mentalidad científica y considerad todas las opciones, incluso si van contra la lógica, vuestras ideas o prejuicios.
¿Será posible entonces, que, aquí y ahora, las parejas gays surgidas de la generación Barrio Sésamo, la que la precede y la que le viene detrás, con sus limitaciones, apatías, introyectos y desorientaciones masculinas varias, tengan alguna ventaja sobre las heterosexuales? ¿los no homosexuales nos estaremos perdiendo algo valioso, en alguna de las dimensiones parejiles, que con alguien del otro sexo jamás podríamos conocer?

Y cuando estaba a punto de hacer una de esas encuestas colectivas a los sufridos miembros de mi Breakfast Club, caí en la cuenta de que, en realidad, mis hipótesis iniciales seguían manteniéndose y que conocer la respuesta (si es que existía) carecía de importancia, porque lo que había hecho click iba más allá de la duda insatisfecha. Y es que, puede que no sepa mucho de homosexualidad, pero si sé lo que es formar parte de un colectivo minoritario bastante ninguneado en nuestra sociedad: el vegetariano.

¿Y qué carajo tendrá eso que ver?, os estaréis preguntando. Pues a que, una vez más, siempre que entren en juego opciones alternativas y/o minoritarias que nos planteen un “reajuste mental” (bien sean sexuales, filosóficas, culturales, políticas, etc) y que nos enfrenten a nuestro miedo al cambio, todo se reduce a esa lucha mental que en psicología toma el nombre de disonancia cognitiva. En este caso concreto, es la batalla entre una idea nueva contra una tragada pero no masticada, que, en la mayoría de los casos, asumimos con inercia y mansedumbre: la opción mayoritaria es la mejor con diferencia. Y es que, cuando formamos parte de la manada, nos sentimos tan seguros, cómodos y protegidos por esta reafirmación que encaja a la perfección con el mundo que conocemos, que no nos planteamos con objetividad las virtudes de otras alternativas menos populares (de hecho, en ocasiones, ni siquiera queremos oír hablar de ellas).

¿No será esa presunción acrítica, ese no subirse con frecuencia a otras mesas para ver desde diferentes ángulos, como diría el profesor “Oh captain, my captain!” Keating, lo que sí resulta una gran pérdida?.

6 commentaires:

  1. Ah mon ami! La verdad es que creo que no haya nada que me/nos diga que nuestra opción es la mejor. Sí una cosa: es la mejor para nosotros mismos, pero no LA MEJOR.
    Tener la mente un poco abierta, empatizar con el otro, o ponerse en la piel del otro, son gestos absolutamente necesarios para no ser un dictador de la vida.
    Yo también tuve un profesor (Carlos Pérez, filosofía) que me marcó para siempre (y no exagero).

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  2. tengo la (odiosa) manía de llevar la contraria en las conversaciones y en colocarme en el otro punto de vista.
    esto hace que sometimes te encuentes cosas que realmente no crees; pero creo que es enriquecedor y open minded.

    las opiniones mayoritarias no tienen que ser las mejores; pero siempre se me plantéa la duda del porqué un 95% piensan lo mismo sobre una cosa y si no seré yo el equivocado. acaso la salida de pareja, hijos, hipoteca,etc. es la única salida?? soy yo el "anormal" cuando no veo en eso una solución vital o es que me falta "hervores" para que reconozca que los modelos mayoritarios son los más fiables, más cómodos y mejores.

    no sé. ser un outsider se ha convertido en una pose y las reconversiones de gentes con ideas alternativas están a la hora del día.

    yo, cada día, entre mi escepticismo y lo que veo, cada vez me entero de menos cosas :)

    si las diferencias entre sexos desaparecen en las parejas homosexuales, tiene cierta lógica que tengan más porcentaje de éxito.

    si las mujeres son más fieles que los hombres (¿lo son?) serán las parejas de lesbianas más estables. las de gays suelen tener multitud de problemas con la fidelidad, ya que el hombre suele ser mas infiel (¿suelen ser?).

    en definitiva y para no alargarme(vaaaaya con el post) creo que hay que desaprender lo que sabemos, para volver a aprenderlo de nuevo, con otros ojos


    bss

    j

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  3. por cierto....¿¿¿cual es la ambigüedad de las estrellas rojas??

    ;)

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  4. j hizo un comentario muy interesante.. y es q tmb el artículo es para empezar a hablar en serio
    por qué si la gran mayoría piensa algo debe ser así? no se hubieran descubierto mis paises si Colón no hubiera dicho la tierra es redonda y era el único loco que se decidió a demostrarlo, hay muchísimos casos en donde la minoría demuestra q está en lo correcto y no porque sea socialmente aceptado sea correcto (hace siglos, sino eras gordo eras una aberración y la gente esbelta de la antiguedad era vista x los expertos de esa época como 'ignorantes')
    en fin.. es para hablar bastante..

    PD: io tmb me quede con las ganas de saber q era la ambigüedad de las estrellas rojas
    =(

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  5. La manada de la que hablas nos hace obedecer a veces como borregos pero en otros casos, la mayoría tiene razón.
    Estoy deacuerdo con Rocía, hay que tener la mente abierta y no cerrarse a otras maneras de ver la vida, de vivirla o a veces de odiarla. Nuestra opción nos es mejor ni peor, es una opción dentro del abanico de posibilidades.
    El discurso primero que nombras en relación a las parejas de un mismo sexo es un discurso sin sentido, que muchas veces utilizamos los hombres y mujeres de esa generación que nombras (en la que me incluyo) para justificar las actitudes infantiloides que muchos tenemos. Es mejor pensar que las parejas de un mismo sexo son m´s felices que pensar que es lo que hace mal tu pareja!
    Buah!
    Feliz semana!
    muaks

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  6. Jo, me encantaría hacerte un comentario sesudo, vibrante e ingenioso, pero chica, tengo mucho sueño y sólo puedo admirar tu profundidad y reiterarme en mi devoción por tus actividades bloguísticas :D

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