dimanche 19 juillet 2009

La soledad de los números primos



A lo largo de la historia, todas las historias románticas que se precien, esas que son dolientes e imposibles, han tenido un denominador común: un obstáculo insalvable que, con el paso de los años, ha virado desde lo externo a lo interno.

Si nuestros antepasados cavernícolas hubieran desarrollado el lenguaje mas allá de unos cuantos gruñidos, posiblemente hubieran escrito sobre parejas de líneas evolutivas distintas, unos primitivísimos Romeo y Julieta, cuyos familiares se tirarían del pelo entre si hasta dejarse calvos por aquello de “¡por encima de mi cadáver!". Después llegarían la posición social, el dinero, el estatus o las diferencias de clases que tan bien han retratado las escritoras románticas como Jane Austen y Charlotte Brontë.
Los amores interraciales u homosexuales, han derrumbado, si cabe, fronteras aún más altas (y, a pesar de hipócrita corrección política de nuestros tiempos, aún les queda un largo trecho por recorrer).

La religión también le ha hecho pupa al amor, al igual que las leyes y normas sociales rancias y caducas que exclavizaban y limitaban durante toda la vida (la generación de nuestros abuelos tendría mucho que decir al respecto). Los amores a pesar de diferentes ideas políticas, diferentes países, diferentes idiomas, diferentes culturas, diferentes niveles educacioniles, diferentes generaciones, incluso diferentes galaxias (cortesía del Halcón Milenario o del Enterprise, entre otros) han sido conquistados por todos los géneros artísticos. Ya no nos sorprenden. Por lo tanto, ¿qué “Inter” nos queda por explorar? Aunque el fenómeno Crepúsculo se empeñe en marcar una pauta, todo apunta a que el McGuffin de las historias románticas del siglo XXI, va a seguir otros derroteros.

En La soledad de los números primos, Paolo Giordano da una nueva vuelta de tuerca psico-matemática (nunca pensé que escribiría esta palabra) al “siempre juntos pero eternamente separados”. Lean:

“En una clase de primer curso, Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.”

Y es que el “número par” que se interpone entre ellos no podría ser menos externamente impuesto: sus respectivas neurosis (bueno, siendo exactos, patologías) que, además de atraerlos como imanes, los separan irremediablemente (para los aficionados al eneagrama, baste decir que Alice es 4 y Mattia 5 con rasgos aspergerianos). Ambos son la X de la ecuación del otro, “el principio del fin”, pero ninguno de los dos sabe cómo despejarla.

Las preguntas que surgen leyendo esta preciosa y perturbadora novela, son múltiples: ¿cómo un físico de 26 años ha podido crear dos personajes con tanta hondura y complejidad psicológica? ¿por qué esta fascinante metáfora matemática no se me ocurrió a mi? ¿están las matemáticas y la psicología mas emparentadas de lo que creemos? ¿tengo o he tenido un número primo gemelo y no me he dado cuenta? ¿conseguiré superar mis barreras personales y tocar a alguien de verdad?

No puedo separarme de los protagonistas de una historia que, en principio, comenzó a engancharme desde el titulo, y que ha acabado siento tan parte de mi, que he llegado a confundir algunos de sus pasajes con mis propios sueños. No creo que nadie pueda escapar de Alice y Mattia. Y es que el tema principal de este libro no es el amor, ni el desamor, sino una prima dolorosamente cercana de este último: la soledad.


[Tengo un blog monísimo recién estrenado. Don’t be shy! Pasen y vegan! http://vforvegetarian.blogspot.com/ ]

8 commentaires:

  1. Jop, ¡que tristes son los sundays!

    No me gusta el 0. Voy a postearme a pi pispa para poder dividime entre 1 y entre yo misma....

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  2. me encantó la analogía..

    me da pena que aquí en mi país no lleguen los libros que mencionan ustedes en sus blogs..
    a ver si algún día me rayo, junto plata y me voy a españa a contrabandear buena literatura!!

    juju

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  3. Voy a ser el número primo 3 y tenemos a Favio que nos hace de número par que se interpone. Últimamente, por alguna razón, los números me persiguen...
    Además, hace días que veo esta novela en todos lados y el título me llama la atención pero no me había decidido a comprarla. Está claro que ahora voy a lanzarme de cabeza y será una de mis compañeras de vacaciones... Ya te contaré.
    Lo que más me puede gustar en este mundo son las cosas (películas, novelas, carteles, incluso amigos...) que me sugieren preguntas. Dicen que las preguntas son más importantes que las respuestas, no?
    Las tuyas son geniales. Y la última importante. Nos la deberíamos preguntar todos...
    Alhy, he tenido un finde genial. Ojalá pudiéramos quedar a tomar algo y contarte. Estoy segura de que tengo mensajes para ti. Bueno, la vida es sabia, tal vez algún día... (¿parezco una pirada o ya hay confi?).
    Un beso enorme.

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  4. por tu culpa ahora voy a tener que comprarme el libro. dios el dueño de la libreria de al lado de mi casa le esta pagando los estudios a los hijos con las pelas que me dejo yo en libros todos los meses.

    me ha gustado mucho mucho tu entrada

    firmado: un numero primo

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  5. ¡¡Buenos días!!

    Que casualidad, cuando me dijiste el sábado lo de los números primos... ¡¡¡había empezado el viernes con el libro!!!

    Se acerca el jazzaldia y Harry sigue en las salas... a buen entendedor...

    ¡¡Besos primos!!

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  6. me la pido, me la pido!!! la había visto ya, pero tengo tanto por leer que aún no la he comprado. Ahora, tras leerte, lo tengo claro. Muchas gracias! (por si no lo has notado, me ha encantado tu entrada...)

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  7. No tenemos suficiente con las barreras que a veces nos pone la socieda, la religion o la familia y resulta que ahora somos nosotros mismos los que nos ponemos mas y mas obstaculos para no llegar a conocer el amor....

    Me apuntare el titulo del libro porque pinta muy bien. Como bien dices parece mentira que a un fisico se le hayan ocurrido estas cosas.

    Mejor no pensar en lo de que hemos tenido un numero gemelo cerca, porque quizas solo sirva para entristecernos.

    Besoss

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  8. Alhy, sólo quería comentarte que leí la novela hace unos días y me encantó. Mil gracias por la recomendación. Me quedé enganchada con el tema de Alice y Mattia, como tú dices, no pude escapar de ellos en varios días, dándole vueltas. No es tan fácil encontrar una buena novela, así que, again, muchas gracias!!!!! Un beso enorme desde Creta.

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