mercredi 11 février 2009

El truco del truco del manco



2009. Enero. Martes. 9:00 de la mañana. Lluvia. Frío. Un autobús encorsetado de gente. Agitación de día de fiesta. Un matrimonio de mediana edad acaba de ser rescatado. Él lleva una muleta, ella cara de quien come un pomelo por vez primera. Tras un rápido scanning, descubren que el bosque humano les impide llegar hasta el claro. Suspiran. Rebuznan. Vuelven a mirar. Atisban un asiento libre a su izquierda, pero el hombre, caballerosamente, declina su invitación. Doña Pomelo se enerva, levanta un dedo de espuma gigante como esos que usan los yankees en los partidos de baseball. Apunta en nuestra dirección. No escucho. El sueño y las disertaciones psico-autobiográficas sobre el book que estoy leyendo me lo impiden. La Pomelo se exprime y exprime en protestas y salpica a todo el autobús. Al parecer, no deberíamos estar ocupando un asiento de la zona “VIP”. Don pomelo, conciliador, la tranquiliza sentándose mientras sonríe nervioso al personal. Pero el hambre de Madame Pomelo insaciable es. Por lo visto, los bonus points de la invalidez de su marido la incluyen a ella, a su perro, al ballet ruso y a sus primas lagarteranas. Desoyendo las protestas y subiendo irritantemente el tono de voz, sentencia: "la que debería levantarse es la chavala". Despierto de golpe taladrada por unos ojos invisibles y asumo que “la chavala” soy yo. Mi cerebro se estira intentando comprender qué elemento sobra. Mi eterno complejo de culpa cuatril planea sobre mi durante un segundo, pero se aleja. Lo único que está de más en este plano a polivisión es Mrs Pomela. Me debato internamente entre mi falta de asertividad y la Super Girl que llevo dentro, pero me gana un tercero: el sentido común.
Ante semejante despliegue caraduril, una cosa está clara: nunca volveré a sentirme culpable por seguir abusando de mi tarjeta universitaria...

[Inserten experiencias caraduriles propias o ajenas en posts]

Pd: ¡que serios os habeis puesto en la entrada anterior! Yo sólo quería hacer un paralelismo entre darse de baja en las companies y los breakups amorosos (ya no sé qué es más dificil). En realidad, el tema amoroso era un McGuffin, pero viendo vuestras reacciones, no he debido expresarme muy bien...

6 commentaires:

  1. Yo una vez dejé el asiento a una señora mayor. En lugar de darme las gracias se enfadó, y me increpó "¿¿Acaso te parezco una anciana??". Desde entonces no se muy bien que hacer en los autobuses...

    Besos gentiles!

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  2. Ais, los abuelillos del bus siempre suelen tener una cara sonriente cuando les cedo el asiento, y al menos lo rechazan una vez, pero insistes y acaban cediendo. Los que no soporto son esos que (no los has visto entrar porque estás a lo tuyo, ya sea leyendo o con el mp3) te miran con cara de superioridad y amenazante como diciendo sin hablar: ese asiento es para mí, es míoooo, cual Gollum en su estado de abstinencia más brutal. Esos sí que no me gustan, además nunca se lo cedo, por listos, y si viene un abuelillo amable después se lo cedo y los abuelos-Gollum se indignan...me encanta hacer eso, jejejeje ;)

    Los caraduriles que no soporto son los de ir por la calle, o el metro, o por donde sea, chocarte con ellos, pedirles perdón (aunque la culpa no haya sido tuya) y que no te contesten, o te miren mal...como si te estuvieran perdonando la vida...qué se creen! Además en Madrid eso pasa mucho, creo que es la ciudad más deshumanizada que hay...lo cual no deja de ser una ironía con sus millones y millones de habitantes...pero en fin, azí zon laz cozaz.

    Kizzez anti-caradurilez-gollumz-azquerozoz-varioz

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  3. P.D: Hip, felicitacionez...cada vez que entro a tuz blogz loz tienez máz bonicoz...con máz textoz y máz cozillaz guayz.
    Ya te pazaré la contrazeña del mío para que me hagaz un tunning :P

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  4. Coincido con Sybil Vane!! es un deleite increible fregar a aquellos señores que creen que por la edad son hordas de realeza mejores que tu!! en cambio la gente dulce es la que ha sabido madurar a lo largo de estos años :)

    un abrazo!!

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  5. Un bus y una vieja/viejo son escenarios perfectos para que suceden cosas como la que cuentas. Yo estoy parado en un autobus repleto de gente. Al lado mio, una señora disgustada por el "maleducado" sentado que lee y no le da el asiento. Me mira complice, rechazo la complicidad con la mirada. Entonces toca mi turno. La señora sentada al lado del maleducado hace gestos de estar a punto de bajar, entonces la vieja cruza su brazo delante mio y se agarra del caño para ganar posición, y comienza a empujarme, no vaya a ser que yo sera otro mal educado y me aproveche del puesto vacio. Ella tiene la mano baja y su brazo y codo me rozan haciendo fuerza para desplazarme... Entonces tuve un gesto que no está en mi naturaleza (la verdad es que respeto mucho a los mayores),le hubiera cedido el asiento sin problemas pero me salio diferente: me puse un poco en puntas de pie y comencé a frotar mi sexo en su brazo desplazador... me miró horrizada y se fue como lagartija entre la gente murmurando cosas que solo Dios sabe...

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  6. Yo siempre alucino con la jeta de las señoras mayores en las colas de los supermercados... La escena es:

    Ancianita con cara agradable y un pack de 4 yogures naturales en una mano. Te adelanta por la derecha como un conductor suicida. Derrapa con las babuchas de paño en el suelo recién encerado. Deposita con cuidado el pack de yogures en una cesta, y deja la cesta justo delante de tí. Te mira, sonríe, y se marcha. Y tú te quedas frente a la cesta con cara de: "¿ein?". A los 2 minutos la señora ha dado 50 viajes de los estantes del supermercado a la cesta de plástico, llenándola con la compra del semestre. Y tú con tu tetrabrick de leche y las latas de atún, y tu cara de melva en escabeche...

    Un beso!

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