jeudi 8 août 2013

Machisteces que hay que romper # 2: las actrices han de ser más jovenes y lozanas que sus compañeros




De entre el frustrante y desganado refrito fílmico que nos va llegando desde Hollywood, una casualidad muy casual o un principio de tendencia esperanzadora ha surgido en el reciente cine palomitero: emparejar a hombres jóvenes con chicas algo menos jóvenes con relativa naturalidad.
En El hombre de acero, por ejemplo, Amy “Lois Lane” Adams tiene casi 39 springs, mientras que su musculoso kryotoniano, Henry Cavill, acaba de cumplir los 30.
Sorprende, por muy fan de Adams que se sea (y yo lo soy), el hecho de que no escogieran a una veinteañera cañón para interpretar a Lois, especialmente al tener en cuenta el público al que va principalmente enfocada y el hecho de que pretenden convertir el reboot en saga. Hace no demasiados años, esta misma diferencia de edad habría sido el McGuffin de la típica y predecible comedia romántica.




En Oz, un mundo de fantasía,  la guaperrima y aún más talentosa Rachel Weisz (43) interpreta a la hermana de Mila Kunis (29) y coquetea con James Franco (35) y, tristemente, es una de las pocas cosas buenas que contiene la película (¿habrá alguien entre el público que se moleste en hacer cálculos matemáticos?).
Otro ejemplo aún más reciente. En la insultantemente tramposa Ahora me ves, Isla Fisher, a pesar de que sólo está en el film para hacer de “la chica” y crear tensión sexual, le saca casi 8 años a Jesse Eisenberg y ambos nos son presentados de forma creíble como pareja romántica.



Como de todos es sabido, la década ideal de cualquier actor según Hollywood es la treintena (a los veinte, al parecer, son muy pipiolos y no están lo suficientemente maduros, y a los 40 ya no son tan creíbles como héroes o galanes), pero en el caso de las mujeres, la edad perfecta es la veintena, o séase, la primera e inmaculada juventud, antes de que empiecen a interpretar a madres en serie. Ya es hora de que este rígido corsé comence a aflojarse para ambos sexos.
Obviamente, detalles tan relativos como la cifra que marca el DNI no tendrían que tener importancia en un mundo perfecto, pero como este world en el que sobrevivimos, además de imperfecto, es extremadamente machista y sólo el ejemplo hombre maduro-mujer joven resulta, no sólo  habitual, sino muchas veces deseable (Mark Ruffalo tiene 16 años más que Melanie Laurent en la anteriormente mencionada Ahora me ves y a nadie le sorprende lo más mínimo), ejemplos de mujeres de rompe y rasga de cualquier edad, pero menos jóvenes que sus partenaires masculinos, se agradecen muy mucho. Esperemos que no sean los únicos.


*

Related Posts with Thumbnails