lundi 21 septembre 2009

El contenedor de corrientes



Una fría y larga noche de dardos, billar y cartas en la taberna del pueblo, Hans, henchido de fanfarronería y alcohol, hizo una apuesta imposible: ser capaz de detener el curso del río durante, exactamente, 90 días y 90 noches.

A pesar de ser carpintero de profesión, el pueblo entero sabía que la vocación frustrada del hombretón era la ingeniería. Hans siempre aseguraba que, de haber nacido en otro tiempo y otro lugar, habría llegado a ser un gran ingeniero.
La mala fortuna le sonrió y la buena le puso la zancadilla, asi que con la partida de cartas perdida y sosteniéndose sólo con orgullo, decidió llevar a cabo su propuesta.

Construyó la presa 10 días después, cuando la corriente era menos fluida y más débil. Sin embargo, cada mañana, la presión sobre el dique de madera era más y más fuerte, por lo tanto, el carpintero se levantaba antes que las aves para añadir algún nuevo elemento contenedor.

Antes de darse cuenta, su vida comenzó a girar alrededor de su experimento. Cuando no trabajaba en su presa, ideaba nuevos métodos para retener la corriente o bien se angustiaba imaginando un inminente desastre. Inconscientemente, cada nuevo día invertía en su empeño un poco más de tiempo y un poco más de energía.

Un mes y medio después del inicio de la construcción, el cansancio era ya evidente en Hans. Había adelgazado mucho, apenas dormía, había perdido el interés por la comida, la vida social y sus hobbies, y se mostraba apático y amargado con todos sus amigos y conocidos.
Y su vida continuó siendo engullida exponencialmente por la presa hasta que la noche del día 89, a solo una jornada de ganar su apuesta, Hans enfermó. Como consecuencia, se abrió una franja en el dique, comenzó a filtrarse el agua y la pared contenedora estalló, desbordando el río, inundando el pueblo, y estropeando gran parte de las cosechas.

Debido a este fatídico incidente, Hans se convirtió en “esclavo” del pueblo durante gran parte de su vida. Ayudó a reparar desperfectos e invirtió casi todo su dinero en la restauración, tanto de las calles y casas, como de las tierras.

Sus amigos y conocidos achacan su enfermedad a la mala suerte, pero sólo Greta, la enfermera que le cuidó durante su convalecencia, sabe lo que se esconde detrás de la frase que Hans, repetía y repetía entre delirios febriles: ¡por favor, libérame!.


Conclusión: intentar contener el curso de las cosas es una perdida de tiempo y un gasto de energía inútil. Es antinatural y agotador ir en contra de lo que fluye de forma natural en nuestra vida.

Durante los últimos meses, he sido Hans. He construido muchas presas para intentar retener, entre otras cosas, mi rabia, mi decepción o incluso mi afecto. Me he alejado de personas que me siguen importando por orgullo y me he resistido con todas mis fuerzas a acontecimientos que venían rodados con mi momento vital.

No intentemos contener lo incontenible. Resultará contraproducente, nos esclavizará y nos llevará a lugares en los que no queremos estar.

jeudi 10 septembre 2009

No siempre la osa despierta



Hace algunas lunas, la mala suerte me hizo topar con una escena infame de una serie aún más infame, en la que se analizaban los motivos por los que una de sus protagonistas, una rubia espectacular en “edad de merecer”, aseguraba que no quería ser madre. Escandalizados ante esta afirmación, contra natura, al parecer, los guionistas (que, desgraciadamente siguen siendo en su mayoría hombres), acordaron que la única explicación lógica era patologizar a la moza, o sea, adjudicarle algún trauma infantil (en este caso, el traumático divorcio de sus papis).

Y la pregunta que hoy quiero lanzar al universo es: ¿puede una mujer sin cicatrices sentirse realizada y feliz si no es madre? Of course. Porque como genialmente explica la terapeuta jungiana Jean Shinoda Bolen en su IMPRESCINDIBLE libro Las diosas de cada mujer, dentro de cada woman existen varias mujeres, o explicado con otras words, la psique femenina está formada por varios arquetipos o patrones internos, algunos favorecidísimos socialmente y otros vilmente ninguneados, que se dividen en 7:

- Artemisa o la mujer independiente, luchadora, activa, exploradora, y decidida, que se marca objetivos en el terreno que ella elige y no para hasta conseguirlos
- Atenea o la mujer racional, objetiva, estratega, profesional, lógica y dominada por el intelecto
- Hestia o la mujer serena, introspectiva, hogareña, intuitiva, solitaria, equilibrada y espiritual
- Hera o la esposa/compañera que se siente incompleta sin pareja y anhela casarse
- Démeter o la madre, cuidadora, nutridora, rescatadora
- Perséfone o la doncella, la hija, la eterna adolescente y aprendiza, y/o la potencial guía y conocedora del mundo subterráneo (o emocional)
- Afrodita o la mujer sensual, sexual, enamorada y creativa

Esta es la historia que nuestra sociedad rancia, machista y falocéntrica nos ha contado desde siempre. Primero llega Perséfone, que ha sido la prota de casi todos los cuentos (y a la que Disney debe gran parte de sus ingresos). Es la chica ingenua, complaciente y delicada que espera a que llegue a rescatarla su príncipe, mientras coge florecillas por el bosque y canta con los pajarillos. Tarde o temprano se enamora, y tras ser abducida por Afrodita (lo justo y necesario, no vaya a convertirse en un pendón) y de la mano de su gallardo príncipe, madura gracias a la Hera que lleva dentro, para acabar completándose en su rol más enriquecedor: Démeter o la mamma.

El problema de este cuento, ha sido que las mujeres con una Artemisa o Hera potentes o dominantes (como la blondie de la serie infame), históricamente han tenido que adaptarse a unas demandas o expectativas sociales que vitalmente las han cercenado, amputado, lisiado y demás dolorosos sinónimos del verbo mutilar. Introyectos como “Si no eres esposa y madre, no eres mujer, nunca estarás completa” nos los han mezclado junto con el Cola Cao durante generaciones (la que esté libre de el al 100% que levante el mouse). Así que, básicamente, a pesar de los múltiples avances de las suffragette sisters, muchas mujeres van por la vida anhelando y sufriendo por no calzar un 38, que es la media, a pesar de que interiormente sepan que les sienta mejor un 40 o un 36.

Es mucho más sano asumir el hecho de que puede que nuestra Démeter u Osa nunca despierte, que sus demandas osiles se vean satisfechas simplemente como profesora/tiita/cuidadora/etc, que abra los ojos pero nunca llegue a convertirse en Madre Coraje, o que se sienta una Super Mummy y una Super Profesional, Super Friend o Super Partner al mismo tiempo. Las posibilidades arquetípicas son infinitas, no hay dos ADNs iguales.
Lógicamente, cuanto mas compleja sea una mujer, mas complejas serán también las interrelaciones entre los múltiples arquetipos, pero, básicamente, todas tenemos una estructura arquetípica base o la que configura nuestra personalidad. Según Shinoda Bolen, nuestra “labor” para crecer sería cultivar el resto de “nuestras mujeres”, escuchar y atender sus necesidades, sus expectativas y sus sueños, sin censurar ni descuidar ninguna. El problema suele surgir cuando uno o dos arquetipos toman el control absoluto, y la fantástica democracia es traicionada por el más represivo y retrógrado de los Berlusconismos.

Yo tengo claro que nunca permitiré que me digan qué mujer debería ser. ¿Tú qué mujer crees que eres?

mercredi 2 septembre 2009

Inventions I want by 2020 (or before)



* El teletransporter (me arriesgaría a desintegrarme y reintegrarme defectuosamente again por evitar esperas, agotamientos, horas de autobús/coche/tren/avión, colas insoportabiles, repelentes desencuentros y un largo etc)

* The anti-hair-adherent clothing o la ropa antiadherente al pelo de mascota (porque viviendo con dos cats me sobran los motivos)

* Un Wall·E/R2D2 para las labores domésticas (que divertido sería decir “¡Wall·in, riégame las plantas!”, o “R2, plánchame las camisas como a mi me gustan, cari!”)

* The remediator o el solucionador definitivo e instantáneo de venganzas genéticas tan acomplejadoras como el acné, la alopecia, el vello o la celulitis

* Eco-houses fabricadas con eco-materiales y provistas con su sistema de energía solar independiente fotovoltaica, sus eco-electrodomésticos, su eco-sistema de calefacción/refrigeración y sus maravillosas duchas/bañeras/jacuzzi con agua de lluvia, entre otras muchas eco-maravillas (Obviously, la eco-technology se extiende a transportes, locales, empresas, objetos varios, etc)

* The household appliances con música incorporada: taladros, batidoras, molinillos, aspiradoras, secadores... ¡dejad de acelerar la cita con el otorrino! ¡En lugar de emitir ruido, emitid music!

* Los nanoproducts: nanoropa (no existirán las tallas, el tejido de cada prenda se ajustará al cuerpo) y nanomuebles que se adecuen al tamaño del piso o la morfología de los usuarios (¡Ikea, modernízate ya!)

* El nano-vacunator: tratamiento múltiple y personalizado que localiza y actúa instantáneamente en el paciente adecuándose a su sintomatología particular. De esta forma, se podrán tratar rápida y cómodamente varios problemas al mismo tiempo sin necesidad de pruebas, estudios, o lentos, costosos y, en ocasiones, dolorosos tratamientos

* El despielator: cantidades ingentes de avellanas, garbanzos, nueces y demás productos alimenticios con piel se verán libres de ella y listos para el consumo en menos que se dice chachi (sí, pertenezco al selecto club llamado “Me da asquito la piel de los garbanzos”, ¿qué pasa?)

* The hair stilizator o esa máquina milagrosa tipo casco que seca y peina el pelo adecuándolo al estilo capilar escogido, en lugar de soportar engorrosas sesiones de cepillo + secador

* El neuroestimulator: en forma de pastilla, descarga eléctrica o terapia psicológica (dependiendo del masoquismo del consumidor) despertará de su letargo y estimulará esa parte del brain que permanece inactiva, de tal forma que la especie humana comience a usar algo más que el 10% de su capacidad cerebral



¿Cuáles serían los vuestros? ;)
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